Tlatlamiani- “la que hace feliz”
Foto tomada de
http://www.terra.com.mx/articulo.aspx?articuloid=223443 |
En el México-Tenochtitlán existía un grupo
de mujeres denominadas “tlatlamianime” (la terminación “me” en náhuatl indica
que se trata de connotación plural): “las que hacen feliz”, “las alegradoras”.
En el libro X, capítulo
XV, de la Historia general de las cosas de la Nueva España, Fray Bernardino de
Sahagún da una idea de las características que ostentaban las “alegradoras”:
solían acompañar a los hombres a la guerra para evitar que los guerreros
violaran y se robaran a las mujeres de los pueblos conquistados. De manera que,
quienes no respetaran dicho código, eran castigados.
A estas mujeres les pagaba el Estado y los
clientes con los que se acostaban. A diferencia de otras mujeres, que iban
descalzas por el mundo, ellas podían utilizar sandalias. No se casaban y si
alguien les faltaba al respeto, el irrespetuoso recibía un castigo.
Con la llegada de los españoles, sin
embargo, la percepción hacia las alegradoras cambió de manera radical. El
propio Sahagún también da cuenta de ello: La tlatlamiani “...anda como borracha
y perdida (...), y a cualquier hombre le da y le vende su cuerpo, por ser muy
lujuriosa, sucia y sin vergüenza, habladora y muy viciosa en el acto carnal...”
Como feministas que somos, en este espacio virtual pretendemos
deconstruir estos prejuicios, estigmas y estereotipos construidos alrededor de
las mujeres que se apropian de sus cuerpos y su placer sexual; al tiempo que intentamos
visibilizar la condición de las mujeres en los diferentes ámbitos de la
sociedad y trabajamos para erradicar las desigualdades que nuestra sociedad
patriarcal, machista, sexista, misógina y heteronormativa nos ha impuesto.
Es por ello que hemos decidido nombrarnos "Las Alegradoras" y en lo individual somos:
- Violeta: Feminista de pensamiento, palabra, obra y omisión: No fui "mujer de la vida galante" porque mi familia me dio "una vida muy decente". En el día a día disfruto y resignifico el amor y la maternidad lo menos tradicionalmente posible.
- Rosie: Feminista por acción más que por pronunciamiento. Soy dueña de mi placer y me declaro en contra de todo prejuicio que me esclavice. Todas saben dónde tengo el corazón.
- Laura: Mujer y feminista por decisión; supe liberarme de mi propio miedo y así liberé mi consciencia. Mi luz ilumina mi camino.
- Cristina: Tonta, ilusa o loca: son rasgos que me imputaron y que ahora asumo como propios, porque soy mujer pensante, soñadora y libre.